Alatriste tenía de criado al hijo de un copañero, Lope de Balboa. Entró a su servicio al poco de regresar de Flades, ya que Alatriste tenía una herida en un costado que estaba fresca y producía dolores, de ahí su carácter áspero, y desesperado.
Iñigo es el narrador de la historia. Alatriste estuvo encarcelado en la cárcel de Corte tres semanas al servicio del rey por deudas. Estaba la Taberna del Turco, donde su dueña Caridad, la Lebrijana le mandaba potajes. El tenía una virtud, que hacía amigos en cualquier sitio, hasta en la cárcel.
Alatriste al salir de la cárcel, en una de esas mañanas azules y luminosas de Madrid, presentaba un aspecto demacrado: flaco, y sin afeitar, espeso bigote, cuerpo delgado envuelto por una capa negra y un sombrero de aloa ancha, sobre el que se ocultaban sus ojos claros.
Acudió a el Toscano, que era el barbero para asearse, una vez listo acudió a la Taberna del Turco, a lo que también frecuentaba Quevedo, y algún otro forastero.
Patricia.
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ResponderEliminarNo entiendo este cuento🙄🤨😞😞😞
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ResponderEliminarq pena siempre es mi saludo jajaj+
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